Hay una ciudad sueca donde todo está hecho de madera: el fascinante eco-proyecto de Skellefteå
Si te estás preguntando cómo serán las ciudades realmente interesadas y preocupadas por el clima, la pequeña Skellefteå subártica se parece bastante a ello. Lo que más nos llama la atención: todo allí es de madera. Al llegar al aeropuerto, una torre de control de tráfico aéreo de madera te da la bienvenida. Los autobuses de biogás recorren los bloques de apartamentos de madera, cruzan puentes de madera y aparcan en parkings de madera de varios pisos. La nueva tendencia en este lugar son sus nuevos “rascacielos”. De madera, claro.
No, las personas que construyeron esto nunca volverían al acero ni al hormigón.
Situada en el extremo norte de Suecia, esta ciudad es vecina de lo que ya está emergiendo a las afueras: la fábrica de baterías más grande de Europa. La próxima generación de baterías para vehículos eléctricos no sólo se producirá aquí, sino que también se reciclará. Los helicópteros eléctricos pronto podrán transportar a los visitantes a la gigantesca fábrica Northvolt, mientras que los aviones eléctricos de mayor distancia ya se prueban en las cercanías. Aquí todo es renovable y ecológico.
“No somos unos talibanes del bosque. Se permiten otros materiales. Pero, ¿por qué construir en otra cosa, cuando estás rodeado por 480.000 hectáreas de árboles?”, explicaba Bo Wikström, de la agencia de turismo de Skellefteå, en este reportaje de The Guardian.
En su nuevo rascacielos, la tecnología que hay detrás es muy simple. Los dos materiales principales son madera laminada encolada (glulam) y madera laminada cruzada (CLT). La primera se hace con capas de madera unidas entre sí, con la veta en la misma dirección, lo que le da una mayor capacidad de carga que el acero y el hormigón, en relación con su peso. Es ideal para columnas y vigas, y forma los huesos estructurales del centro cultural, que alberga dos teatros, un museo, una galería de arte y una biblioteca.
Mientras tanto, CLT es madera contrachapada de gran tamaño, con cada capa pegada en ángulo recto a la siguiente. Esto la hace fuerte en todos los sentidos, especialmente para paredes y losas de suelo. Los núcleos de los ascensores en cada extremo de la torre de 20 pisos están hechos de CLT, con módulos de habitaciones de hotel prefabricados apilados entre ellos, incorporando columnas de madera laminada en sus esquinas para mayor resistencia. La fachada de vidrio mantiene las habitaciones aisladas en invierno y frescas en verano, elevando el aire entre los paneles.
Si por si acaso no hubiéramos dicho suficientes ventajas de este método de construcción, podríamos recalcar que se trata de una manera increíblemente rápida de construir, eliminando los habituales oficios de enlucido y decoración. Se ahorra hasta un año entero utilizando madera, en comparación con el acero y el hormigón.
Además, el clima no es el único beneficiario. Esta práctica también parece tener un efecto positivo en los trabajadores de la construcción, que han conseguido huir de ambientes ruidosos, tóxicos por el humo y polvo de los materiales tradicionales. Sin embargo, hay una desventaja, al menos desde la perspectiva del hotel: “Las paredes de madera absorben las manchas como el vino tinto mucho más rápido que una pared pintada. Hay que limpiarlo todo enseguida”, bromean los responsables del hotel.
Cuando hablamos de madera, casi todo el mundo piensa en un posible incendio, en un fuego amenazador. Pero las infraestructuras de esta ciudad son a prueba de ello. El CLT es muy lento para incendiarse y ha sido diseñado con una capa extra de 4 cm en cada lado que se quemaría en caso de incendio, protegiendo la estructura durante 120 minutos. Las superficies también han sido tratadas y el complejo está completamente rociado, alimentado por baterías en lugar del motor diesel habitual.
La ventaja principal, ya la conocemos casi todos: el cemento es un gran contribuyente al calentamiento global. De hecho, contribuye con casi el 7% de todas las emisiones globales. Para que os hagáis una idea, las emisiones de todos los barcos de los océanos contribuyen con menos de la mitad. La fabricación de cemento es una fuente realmente grande de emisiones de carbono, por lo que encontrar formas de construir edificios con madera es un paso importante para combatir el cambio climático.
Sí, el futuro es la madera. El problema: que hay escasez. Todo no podía ser perfecto.
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